miércoles, 15 de junio de 2011

Un cuento De Verdad o dadrev ed otneuc un

La historia que voy a contar paso hace mucho tiempo, esta anécdota fue contada por alguien que tampoco quería recordarla y esta vivencia tiene que ser recordad para que se tuviera que volver a presagiar.
Carlina era su nombre o si era el correcto o incorrecto es algo que no nos concierne, ella había llegado de hace pocos días a este pueblo huyendo de algunos cuantos problemas de la ciudad y con esto tratar de fugarse una vez por todas de su insomnio. Su padre un elocuente maestro y una madre perdida en la sumisión. Compraron una casa moderada con un buen tamaño y un lugar cercano a la escuela para la comodidad de toda la familia. El tiempo parecía haberse detenido, toda era tranquilidad y hasta sorpresivamente maravilloso, Carolina cursaba algún grado de la primaria, ella la menor de todos. De una familia que quizá debía haber sido grande pero no podríamos deducir cuantos hermanos eran, por lo que la casa tenía las suficientes habitaciones para que todos pudieran dormir separados. Las primeras noches la tranquilidad era algo apremiante, las cosas empezaron a ser extrañas en ese lugar todo el mundo murmuraba sobre los nuevos vecinos otros solamente decían que eran forasteros que pronto se irían de la casa del algún cacique que había perdido a toda su familia en ese lugar. Carolina empezó a tomar enserio cada una de las palabras que se contaban en el pueblo, mientras que sus hermanos aterrorizados pedían que pronto se terminara el martirio que regresaran a la ciudad. El padre un excelente de maestro supuso que toda era un terrible invento de los lugareños y la madre poco a poco se enveneno con las palabras que susurraban en el mercado en sus compras cotidianas. El cuarto de Carolina se encontraba en la parte superior de la casa en donde el último cuarto era la habitación principal, el padre había acordado que ese lugar debía de estar desocupado y que la memoria de los difuntos pertenecía a ese estrecho cuarto, la pequeña dormitaba por algunas noches y entre otras tantas con poca frecuencia podía dormir. Ella aviso a sus padres de lastimeros gritos en el lugar y en otras tantas noches ella tan solo podía discernir un llano sombrío, durante muchas noches las cosas seguían de la misma manera, pero las cosas seguían pasando. Cansado de los , llantos de su hija el padre tan sólo sugirió que rezará antes de dormir y que las voces se apagaría, muchas noches y muchos días, las cosas no cambiaban. Desesperada Carolina busco ayuda en todas partes y lo único que pudo encontrar fue una horripilante historia sobre esa casa y el miedo se apodero de ella cada vez más. En alguna noche entre la madrugada y la mañana, se escucharon gritos en toda la casa , el padre corrió al cuarto en donde se encontraba su hija y lo que pudo vislumbrar era que ella había estado gritando por algún tiempo “Javier , regresa te he perdonado” el padre asustado por lo escuchado comento la mañana siguiente esto a sus compañeros en la escuela, lo que encontró fue una terrible historia sobre un cacique llamado Javier que en su locura había matado a toda su familia. Hablo con sus hijos sobre lo que ocurría en la casa Carolina se había poseído por un terrible espíritu que la hace gritar y perder el control, carolina dejo de asistir al colegio y sus hermanos vieron como pasaba horas enteras en el cuarto prohibido con su madre y el clérigo del pueblo, pasaron muchas horas, las horas se volvieron días, los días en semanas y las semanas en meses hasta llegar a años. En el pueblo se rumoraba de que la casa había estado embrujada otros tantos decían que en la niña vivía un ser endemoniado y que sólo dios podía arrancarla de su maldad. Muchas veces su padre busco la solución a los conflictos, hablo con cuánta gente pudo y el sólo pudo darse cuenta de que existía un dios que lo estaba castigando por haber cometido tantos errores y minuciosos pecados, el padre sin poder encontrar una solución a su conflicto y empeñado en querer solucionar esto, pensó en matar a la pequeña Carolina así que una madrugada tomo el machete se acercó y con el arma en las manos comenzó a llorar, lloro por el terrible sufrimiento de su hija en ese momento se escucharon voces en su cabeza y entendió de lo que tanto había hablado y se dijo- Me estoy volviendo loco- tomo el cuchillo y el con sus propias manos corto su cuello. La mañana siguiente cuando Carolina despertó se había dado cuenta de la muerte de su padre, sin más lloro y corrió al cuarto de su madre, cuando la mama vio el cuerpo tendido de su marido intento matar a Carolina culpándola por todo lo que había pasado y sin más tomo la daga con la que su esposo se había suicidado, sin más asesino a todos los que ya hacían en esa casa. Por el periódico muchas personas se dieron cuenta de lo que paso. Al paso del tiempo la casa quedo abandonada los lugareños crearon un gran mito sobre la casa y todo lo que pasaba a su alrededor, todo los días de año se inventan una nueva historia sobre los que acontecieron este sufrimiento. Tiempo después la gente comenzó a irse de este pueblo, poco a poco los mistos se empezaron a crear, muy despacio la gente dejo de visitar el pueblo y ahora parece un lugar abandonado en donde sólo se escuchan los gritos de dolor de las personas que cuentan esta historia.
Diría mi nombre con revuelo pero basta decir que el padre no mato a su hija y que esa noche decidieron partir a otro pueblo, intentaría decir que la vida no fue mala como se dijo y sólo llena de mitos urbanos o de murmureos que cuentas las paredes en ese pueblo.

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