viernes, 27 de noviembre de 2009

La proximidad entre dos labios



Al llegar a un lugar desconocido recuerdo que hablamos de cosas que nunca imaginamos, como ¿Cómo vas con él? Y tu ¿Con quién te has acostado? Las respuestas no podían ser sinceras y habían quedado un poco sesgadas.

Recuerdo haberte proclamado mi última desesperación, te conté de mi fugaz fracaso como administrador y tú tan solo veías con apuro el celular, comenzaste a tomar mi mano cuando te dije la soltaras por favor . El lugar solo no era el indicado me lo había predeterminado la forma en que intentabas decir algo que concordaban mucho con lo que señalaban tus dedos, dejaste bajo la mesa el ticket de compra, ya que no querías dejar sospecha de lo ocurrido
Cuando tomaste mi mano para que pudiera sentir algunas cosas ya conocidas, te pedí nuevamente que me soltaras por favor, a lo que respondiste diciendo - dame la mano para memorar lo que mi corazón vive, dame tu mano que sabré cuidar lo que sientes-A lo que respondí te extrañe ya muchos días ya olvidaba que se siente estar a tu lado, olvide que se sentía amarte cuando intentabas dar me consejo sobre lo que siento.
Esta vez no hubo grandes cataclismo en nuestras miradas, tampoco hubo señuelos sobre lo que radica en cada asiento, no hubo miradas que sospechaban un beso esta vez lo único que quedo fue mi gran desamor. Te vi dudar de muchas cosas que sentía prescritas por tu deicida y ahora me quedo con estas letras.
Cuando en tu mirada me perdí descubrí estas palabras, si me quisieras hoy no habría mañana con el miedo de perderte, si me abrazas a tus labios me perdería en la inmensa facilidad de tenerlos y si es que una palabra vaga por tus entreabiertos preferiría que fuera un te amo. Encontré que mis palabras eran solo mis sentimientos y que en tus rasgos femeninos solo había
complicaciones, y cante cual si fuese un destino manifiesto “el día que me quieras“ y hasta sentirme triste porque el verbo para ti es en pasado “ el día que me habías querido” solo me quedo esta canción un montón de deseos que busco en otros nombre.
Las palabras al despedirme fueron sucintadas por tus labios y me entregue a lo que decías, me abrazaste diciendo estas palabras- el día que me perdones estaré tras de tu puerta para decir te amo, no como un amiga ni mucho menos como un pasaje bíblico, estaré ahí para enredarme entre tus manos y quedar cobijada bajo tus labios.

Nos despedimos y por algún tiempo nos dejamos de ver.

Hoy que te veo tocando mi puerta con la playera mojada y con una carta, no sé qué decir. Me que dado pertrecho, la principio tuve miedo ahora que te veo con tantos miedo y pidiendo que me perones- te dije ya lo había hecho desde hace ya algún tiempo y sobre todo cuando me lo pides, el perdón no se pide solo se da .
Te veo y creo que cada vez que te veo solo puedo amarte.
En cada canción en las que estas
En la letra de cada poema
En la música de Fito
O en la dispersión de la tarde.
Estas aun que me cueste trabajo confesar que es lo mejor que me ha pasado, escribirte aun que sea más idealista que consiente.
Ahora que te veo…
Ya te extrañaba pensé que no llegarías, por algún momento lo dude pero se que ibas a llegar y decir te amo

martes, 24 de noviembre de 2009

cronica

Cuando conteste el teléfono sentí el peor de los miedos, la noticia menos esperada de mi vida llego cuando intentaba decir algo sobre latino América y muchos me preguntaba ¿Que como estaba?
La voz de mi hermano se puso mu y suave con dijo- ven a la casa que se hace tarde y quiero que me ayudes a unas cosas.
Respondí-No tardo cuando sentí que mi hermano quería decir lo triste que estaba, mientras fingía que todos estaba bien.
Llegue a casa justo cuando mi papa intentaba darnos unas platica sobre lo que pasaba, mi hermana seguía buscando respuestas que nunca le quisimos dar y yo solo ponía cara de todo está bien .
Avise a todos en la casa que nos tenias que ir rápido porque Erick quería que lo acompañara a algo , cuando mi papa sospecho las cosas y me dijo que no había prisa que él podía esperar. Manejó tan rápido que el tiempo era casi eterno, no podíamos pensar en nada que no fuese en llegar a casa de mi mamá.
Cuando llegue a casa vi la cosa más atroz que puedo relatar como era ver a mi madre carcomida por el cáncer. La vi tan cansada que solo podía ver a una mujer que no hablaba como antes, a una niña que entre sus brazos amamanto mi vida, vi y reconocí que su corazón había dejado de latir.
Corrí al baño con mi hermana y nos abrazamos por mucho tiempo , después marque a Daniela para decirle que había fallecido mi mama y que la despedida era inminente para los dos físicamente , luego hable a unos cuantos amigos para decirles que mi mama había fallecido y que me gustaría verlos en el funeral de ella.
Salí de baño con mi hermana y la vimos sin mover su pecho. La nostalgia nos tomaba por muchas partes, mis abuelitos llorando por su hija y los hermanos de mi mamá llorando porque su hermana no se había despedido. Parecía que algo estaba por partir y nadie se quería despedir y yo era el que lo menos lo quería hacer, le bese la frente cuando la vi por última vez diciendo que nos volveríamos a ver, que no me esperara mucho tiempo que nos que al pasar lo años nos veríamos otra vez.
Le toca su cara cual si quisiera quedar plasmado su rostro en mi mano para que cuando quisiera un cariño, en mi mano encontrara su mirada. Todo fue como lo había dicho aquel día ella, todos comenzaron a pelar sobre lo que mataba mis entrañas, lo que es mas absurdo que elocuente y era donde enterrar a mi mamá.
Dijo mi abuelito- déjeme enterrar a mi hija porque yo la traje al mundo y mi abuelita solo no pudo decir nada.
Los hermanos de mi mama solo no hablaron, no había mucho que decir y menos hablar. Todo ya había pasado y no había como buscar una solución certera sin tener que poner sentimental.
En la casa el silencio era más que un enemigo prodigo y un terrible momento de estar viviendo eso. Llegaron las personas que se encargaría de llevarla a su lecho de muerte porque lo que escogí la ropa y la peluca, la ropa con la que sería llevada el último terrenal que visitaría. El maquillaje era algo que me temía sería fatal, mi mama siempre fue hermosa y mas sin pintura en la cara que le intentase arreglar algo.
Baje por primera vez las escaleras con el teléfono y volví a marcar a Daniela, le dije que viniera , que un abrazo podría ser más prodigo y solo ella me hubiera podido dar en un te amo, ella solo contesto que no podía, que llegaría al funeral.
Me sentía devastado, no sabía ¿Qué hacer ?o ¿Que decir? Solo sé que nadie más que mis hermanos podían entenderme, nos cambiamos y nos pusimos ropa negra que fuera para la ocasión. La verdad es que nunca me gusto vestirme de negro y mucho menos despedirme físicamente de mi mama.
Estaba todavía afuera de la casa cuando recibí la llamada de Alejandro diciendo ¿Como estas? A lo que le respondí que mi mama había fallecido y que mis últimas palabras con ella fueron perdóname y nos perdonamos juntos.
Continuara…