miércoles, 11 de marzo de 2009

Para: Gracias Verónica Sánchez

Suponer que me miras.
Mientras todo el mundo te observaba,
Imaginar que tus ojos agreden a mis retinas,
Fue más sensato que tu cantar.
Aun que no sepas de mi existencia,
Creo conocer tu verdadero sentir,
Cuando tu boca se volvió más Lorca que tu,
Entre los asistentes me sentí intermitentemente lleno de ti.
Pasando una y otra vez sobre tus ojos,
Creo conocer tus retinas casi pertrechas por la luz,
Se identificar tus agudos mas íntimos y tus graves postergados,
Me siento responsable de haberme visto en el reflejo
De algún verso,
Y encarnar en tu boca que nunca ha sabido de mi,
Me veo entre tus manos cuando te impulsas al cantar,
Invente uno que otro verso para dedicarlo a ti,
A quien con un dulce beso, para el público me despidió,
Diciendo que regresarías al lugar de nuestro encuentro.
Te despediste sin decir mucho,
Hablaste de lo que habías pensado entre bambalinas,
De Lorca, el calor y un poco de temor.
Hoy sé que no sabes quién soy y mucho menos
De la existencia de este verso, lo único que me hace feliz
Es que de alguna u otra forma me enamorare de la intérprete de Lorca,
De la que sabe disuadir al público con la vos,
La mujer del centro cultural ,
La que me enamoro sin saberlo, ni entenderlo
Sobre todo cuando sé que siete días,
Me veras.


Gracias Verónica Sánchez