Si es que me has olvidad, o mejor dicho valdría le pena seguir escribiendo una vez más que te amo, sí vale la pena amar por amar, luchar por lo que sientes en pro de tu corazón. Todo es justo cuando vives en el amor eterno, no sé en qué parte de tu vida me encuentro , solo sé que sigo buscando el poema o el verso que emane de mis letras para consagrar un perfecto te amo.
No sé de qué modo lo sabes o quizá creo que tampoco lo entiendes, tu hola es más pesimista que mis ganas de olvidarte. Hace casi siete mese que te no te veía y todo fue trágico mientras intentabas decirme que me extrañabas y tu cuerpo divagaba en otras escancias. No sé cuanto has cambiado o como lo has hecho. Si en otros lugares más pródigos o en algunas redacciones casi perfectas encontraste las sintonía de Cordero, quizá fue más elegante que indagar en controversias ancestrales entre el sexo indefinido de los primeros hombres.
Es la navidad, es el término monocromático que identifica la inmensa soledad que se siente el abrazo insurrecto que siempre corrompe mi corazón, es quizá la última parte endeble que pregunta ¿ En donde estas? Y responderme con el pretexto de que siempre vas a donde te lleva tu abnegado amor, pero pregúntate cuando dejaste de amarme, o en que parte de mi amor a tu lado deje de enamorarte. Me lo habías dicho mientras intentabas tomar mi mano para decir que me extrañabas, sin que lo pudieras sentir.
Me has olvidado hoy, y probablemente mañana también, me has olvidado porque en tus ojos otra mirada vive, otros labios han despostilladlo mi alcurnia y al final otros brazos envolviste te amo .
Será mejor hacerme a la idea de que me olvidas, después de todo, olvidarme es algo que todos hacen, quizá sea que se dan cuenta de que mi amor es un poco de ilusión que terminara por dar todo. En navidad