Hay dos lunas en oriente.
Diez y siete septiembres en Agosto.
Catorce soles en Neptuno y tú,
Que poco sabes de mí,
Lo raro de mi inocencia.
Hay una revolución cerca de mi casa,
Dos iglesias de la misma religión
Y de nuevo tú,
Encontré dos miradas asertivas,
Una con presente y otra impaciente,
Dos promesas casi premisas,
Y un para siempre de febrero,
Y sales tu.
Con dos inocentes, que
Prevalecen insaciables,
Que parecen incompresibles.
En dos minutos la conciencia
Se fue poco a poco y en
El momento más acervado,
Tú, la de los ojos de mar
La de conciencia inherente al alcohol
Sé quedo sórdida de si
Y comenzó a bailar, sin la música
Del amor.
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