aprendiendo algo sobre signos

La noche de ayer es quizá la misma luna, las mismas estrellas pero diferente tiempo, diferente lugar y por supuesto diferente hombre. Es verdad que todos somos tan felices como lo decimo ser porque suele pasar que creer es más importante que ver la realidad. Hoy me he vuelto una persona que no deja de creer en lo que dice, ni en lo que piensa. Creo en medida de lo que creo que es posible, pero hoy creo estar simplemente roto. Si, así es. Roto. Roto. Roto. ¿Quizá valga la pena hablar? pero creo que prefiero contar, contar lo que es ser Dante o lo que es ser Arturo, si es que alguno de los dos se reconoce realmente. Es por eso que prefiero contar que ya no sé ¿Quién soy a veces? No sé ¿Quién soy? Porque he cambiado tanto mi vida, que hay cosas que olvido. ¿Cómo es?llegar a casa y ver a quien vive conmigo. Hoy sólo doy gracias por que la comida esté preparada. Olvido que nunca es tarde para empacar recuerdos, y resulta que nunca los he podido empacar. Memoro cada victoria como un gran aprendizaje y no puedo aprender nada que no sea leer en voz alta, ya debería de saber muchas cosas sobre mi vida, pero creo que hoy no conozco nada. Ayer me sentía feliz por pretender haber logrado algo en mi vida y eso era perdonar a mi amor por no ser correspondido, y hoy me pregunto ¿Qué error? Porque hoy sigo pregonando que no sé olvidar, aun que te escriba diciendo perdón, que error fingir una y otra vez que gane cuando la batalla inicia apenas en mi corazón. Este corazón de carne y pocos huesos, este hombre que vive con tanta ilusión que siempre que mira a una mujer, mira a la niña que nunca conoció, ya me canse de mentir y lo acepto. Extraño tanto tenerte que beso cuantos labios pueda con tal de tenerte cerca aun que no seas tú, busco en los brazos de una desconocida el mejor sexo para sentirme cómodo conmigo. Esta noche logre confesar que extraño muchas cosas y eso es una verdadera ganancia, sé que por el momento mis letras van buscando ser leídas por alguien y creo que esta noche, sólo serán leídas por mis emociones encontradas. No podré ser un gran hombre sin no lo hago día con día, como tampoco podre juntar dos nombre si no lo presento primero. Bienvenidas las palabras que no tengo para confesar que quiero que vuelvas, como quiero que vuelvan mis entrañas a mi alcoba. No que vuelvas como prometiste, sino que vuelvas como el ser que ilumina mi camino, como el circulo en el cuadro de Botero o la luminosidad de Rembrandt en sus pinturas o quizá como el hombre que mira su regreso en las meninas de Goya. Vuelve, vuelve quimera de mi poesía sin fama, vuelve gran nocturna de mi esperanza, vuelve como quien no eres, para ser quien siempre fuiste. Un mundo nos espera a los dos y verás que esta noche la posibilidad es un acto prioritario de los dos.